La siniestralidad laboral es grave en el sector de la construcción. Los accidentes de construccion en zona de trabajo son el producto del riesgo que enfrentan los trabajadores en esta actividad. En el año 2008, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó que el coste de la siniestralidad laboral, incluyendo las enfermedades ocasionadas por el trabajo además de los accidentes, equivalía al 4% del Producto Interno Bruto mundial.
Los sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo, entre ellos las Directrices de la OIT y la OSHAS 18001, o conceptos innovadores, como la Prevención a través del Diseño (Prevention through Design, PtD), han sido insuficientes para detener, a veces incluso para aminorar, la ocurrencia de accidentes mortales en el trabajo. En este sector, los datos que suministran los informes de la OIT y los de las oficinas nacionales de estadísticas acerca de los índices de accidentes y sus causas y consecuencias originan poca preocupación, al parecer.
Tras analizar los accidentes mortales en obras de construcción, el Informe Lorent, vigente hoy en día, si bien data del año 1989, concluyó que el 35% de estos accidentes se debe al tipo de diseño de las obras, un 28% se relaciona con una mala organización del trabajo y el restante 37% ocurre en la fase de ejecución de las obras. Es decir que el 63% de los accidentes letales en una obra en construcción podría evitarse si las medidas preventivas y correctivas que en la fase de ejecución evitan accidentes se conjugan con disposiciones preventivas pensadas en las etapas previas del diseño y la planificación.
Una estrategia integral de prevención de accidentes de trabajo en las construcciones implica la iniciativa de actores como los diseñadores y arquitectos. Entre otras medidas, la disposición de los espacios en los planos de las obras y el tipo de materiales de construcción inciden en la seguridad de los trabajadores.
En países como España y los demás de la Unión Europea existe el coordinador en materia de seguridad y salud en las obras de construcción, pero a veces se echa en falta en el diseño y la planificación y se circunscribe a la etapa de ejecución.
Antes de iniciar los trabajos, los ingenieros y técnicos responsables de la construcción de una obra pueden incidir en la disminución del riesgo de accidentes. Basta formar a los trabajadores acerca de los criterios de seguridad laboral necesarios en la obra específica. Hay que superar errores que se cometen en estas actividades formativas, como el de la incoherencia entre la actividad a realizar y el contenido de la formación, ajeno a esa realidad, o bien la indolencia respecto de la especificidad de cada uno de los trabajadores.
En resumen, los accidentes de trabajo relacionados con obras de construcción pueden prevenirse antes de comenzar los trabajos. Basta que en las etapas previas de diseño, planificación y organización de la obra se tomen medidas de seguridad preventivas, que posteriormente se conjugan con las de la fase de ejecución.