Indudablemente, que consultar tarot gratis online es una de las diversas ventajas de las que nos podríamos beneficiar, cuando las condiciones estén dadas y mejor nos convenga, donde nos sintamos más cómodos, de forma privada en la intimidad de nuestro hogar porque es algo personalísimo.
Es una práctica milenaria que no deja de sorprendernos y de atraernos con el pasar del tiempo por el misterioso efecto que ejerce en nuestra forma de pensar, decidir, actuar, sentir, hablar y comunicarnos.
Su influencia es fantástica, nos convierte en seres previsivos, nos coloca en estado de alerta o total calma, nos pone a la expectativa del asunto que estemos consultando o sencillamente nos confortan las buenas nuevas que nos relatan.
Es un arte, un refugio, una consulta sentimental, comercial o un cómplice en las estrategias para conducir ciertas situaciones de la vida, nos ayuda a vislumbrar próximas eventualidades o sucesos importantes hipotéticos.
El ser humano, siempre ha sabido dos realidades espirituales desde los tiempos de Pitágoras, Sócrates, Ramsés, Amón-ra, otros faraones y grandes cosmólogos que tuvo la civilización en sus inicios. Sus dos principales preocupaciones trascendentales espirituales de estos jerarcas ancestrales, considerados semidioses por sus contemporáneos egipcios o griegos eran el conocimiento del futuro y capacidad premonitoria.
Estos, querían tener conexión al mundo espiritual en sus conquistas, batallas y guerras, al igual que empresas y proyectos. Cosa que no era de orden humano, por lo tanto los filósofos y astrónomos resultaban insuficientes en sus conocimientos científicos, lo cual los hacía acudir a los: viejos hechiceros, oscuros brujos, vírgenes pitonisas, videntes premonitorios e incluso profetas como es el caso celebre de José “El Soñador” en Egipto; para acceder al futuro por venir. Así como conocer, lo que el tiempo les deparaba haciendo contacto con las fuerzas espirituales para ser asesorados en la conducción de sus reinados.
Así nace la figura del Tarot, que ha tenido muchas presentaciones a lo largo de la edad antigua, media, moderna y actual. Pasando por la lectura del cigarrillo usado, borra del café, las vísceras de un animal sacrificado y la famosa lectura de cartas y barajas.
Sus inicios surgieron antropológicamente en el continente africano específicamente en la costa egipcia, teniendo influencia al otro lado de su frontera marítima en el antiguo imperio de Macedonia.
Durante esos tiempos la consulta a expertos de la materia era un Sin Equa Non ya que sus jerarcas politeístas representados en los troyanos, creyentes en los dioses de los astros, los cuales invocaban principalmente para temas bélicos. No siendo el mismo caso de los pioneros egipcios, que por razones climáticas y geográficas no sufrían amenazas fronterizas ya que sus vecinos eran sumamente atrasados, sino que simplemente tenían la necesidad de mantener el orden dentro de sus fronteras y abastecerse en sus necesidades básicas como lo eran las cosechas, cría de reses y el control social.
Hoy día, la nación faraónica y helénica, herederas de ellos siguen manteniendo la herencia, los egipcios como un politeísmo fundamentalista que ha permeado todo el continente negro y los griegos con una astrología gitana que influenciaron todo el oriente del viejo continente europeo.
Todos estos conocimientos espiritistas y técnicas parasicológicas (sobrenaturales) que han ido desarrollándose continuamente por unos tres milenios, gracias al milagro que han sido las telecomunicaciones se han hecho cercanas a cualquier individuo con acceso a internet.
Para todos aquellos desconocedores del tema espiritual, los libros sagrados de las principales religiones universales y las filosofías modernas el Tarot por Internet se vuelve una forma de obtención rápida de respuestas a problemas personales.
Del mismo modo, que el creyente en una fuerza superior en momentos cruciales le pide una señal a Dios, el universo o ‛la vida’ y prosigue a hacer zapping por los canales televisivos, de frecuencia modulada o simplemente revisar los libros en su biblioteca en busca de una iluminación desde “arriba”. Por eso, si queremos algo más personalizado, cercano y sin dogmas incómodos, la solución es esta.