En vista de que una de las adicciones más peligrosas existentes en la sociedad actual es el vicio del tabaco, se llevan a cabo en la totalidad de las ciudades importantes alrededor del mundo con infinidad de charlas, conferencias y campañas de concienciación entre otras actividades de índole pedagógico, porque todos buscan la forma de reducir su consumo o dejar de fumar por completo cuando nos vemos afectada nuestra salud.
Las granjas de tabaco son un fenómeno mundial desde el mismo momento que se inició su producción en masa en toda la zona este del centro de los Estados Unidos, en aquel entonces parte de la Gran Bretaña.
El tabaco durante muchos siglos fue el único compañero de diversidad de trabajadores del campo y habitantes de la despoblada América, así como se popularizó en toda Europa, al igual que la costumbre de trotar nadie se refería a esta situación generalizada a lo largo de toda la población mundial y mucho menos tocar sus cifras alarmantes de jóvenes afectados fisiológicamente, enfermos crónicos y defunciones alarmantes.
Esta epidemia de consumo de tabaco se propagó a través de todo el andamiaje audiovisual existente para el momento, desde obligar a los actores de las películas y series más importantes del planeta a inhalar de estos cilindros de cenizas. Así como, plasmarlo en toda la cultura popular durante décadas, incluyendo caricaturas infantiles, hasta llegando al punto de crear la figura de cigarrillos para niños que consistían en tubitos de papel rellenos con chocolate rallado con el único propósito de coquetear con posibles nuevos consumidores, en vista de las pérdidas masivas de clientes por canceres y metástasis terminales.
La nicotina como toda droga estupefaciente (así como ocurrió con la promoción por las farmacéuticas de los barbitúricos en los años 60 en paralelo a las anfetaminas y el LSD) utilizada de forma reiterada, ocasionó y sigue ocasionando una dependencia biológica afianzada en el tiempo, por la imposibilidad del individuo de desarrollar mecanismos de autocontrol y una conducta apropiada a sus diferentes entornos sociales, profesionales y familiares.
Formas de dejar de fumar
- Utilizar alternativas para dejar de fumar con diferentes mecanismos como los parches y chicles de nicotina.
- La meditación sobre temas trascendentales con la ayuda de la hipnosis propia alcanzando manejar las atribulaciones de un mejor modo.
- El psicoanálisis para lidiar con los traumas de la juventud logrando así identificar detonantes de angustia y dolor en la mente del individuo.
- Sustitución de una dependencia toxica como la del tabaco por una dependencia sana y beneficiosa como alternativa de cambio en una rutina de consumo, por ejemplo un alimento en los momentos donde se presente la ansiedad de fumar.
- Crear normas que obliguen a cambiar hábitos de fumar en solo áreas destinadas para tal actividad. De esa manera, se logra distanciar las horas de consumo como la de no se debe fumar en áreas cerradas. Así mismo, cambiar las rutas e itinerarios que normalmente tomamos todos los días alternándolas eventualmente para educar el cerebro a no depender en gran porcentaje de rutinas predeterminadas.
Uno de las mejores rutinas de sustitución es la de desintoxicar el organismo a través de los deportes.