Los perros de la reina Isabel II viven entre lujos que la mayoría de los ciudadanos británicos posiblemente no son capaces de darse.
Las mascotas de la monarca cuentan con un menú personalizado, reveló el chef Darren McGrady, quien trabajó en el Palacio de Buckingham durante 15 años.
Los lujos que viven los perros de la reina Isabel II
“No esperaba cocinar para los perros de la Reina Isabel cuando comencé a trabajar en el Palacio de Buckingham. Pensé que iba a cocinar para reyes, reinas y presidentes”, dijo.
Del mismo modo, explicó que uno de sus primeros trabajos fue cocinar para los perros de la reina Isabel.
“Uno de los primeros trabajos que tuve fue cocinar para los corgis, los Royal Corgis, hacer comida fresca todos los días. Los corgis tenían su propio menú”, contó.
De acuerdo con McGrady, la monarca trataba a los caninos como si fueran una pequeña realeza.
“Son atendidos por dos lacayos llamados Doggie 1 y Doggie 2, así los llamaron”, dijo McGrady.
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Además precisó que en el menú de los animales había conejo, pollo, hígado, carne de res, repollo y arroz.
“La parte más importante de la carne era que todo tenía que cortarse en dados finos para asegurarse de que no hubiera huesos en la carne. Imagínese si alguno de los perros se ahogara con el, yo estaría en problemas”, expresó.
Cuando la comida está lista Doggie 1 o Doggie 2 se encargan de llevársela a la reina para que ella misma alimente a sus mascotas.
El chef también señaló que la familia real incluye a los corgis desde 1933 y a reina Isabel ha tenido al menos 30.
Los perros corgil que tuvo la reina Isabel II. FOTO: Google.“Cuando estaba en el Palacio de Buckingham, la reina tenía 12 corgis. Ahora no tiene ninguno, solo dos dorgis, un cruce entre un corgi y un perro salchicha, sus nombres son Vulcan y Candy “, dijo.
Los perros de la reina Isabel no eran amables
El chef también reveló que los perros no eran amados por todos, y que se aterrorizó cuando los conoció.
Contó que el primer encuentro con los animales fue en el castillo de Balmoral y se emocionó al verlos, hasta que comenzaron a ladrarle.
“Pensé que eso iba a ser genial, pero cuando se acercaron los perros me vieron y siguieron corriendo hacia mí ladrando. Me asusté mucho, di la vuelta y escapé”, detalló.
Además agregó que Isabel tomó aquel momento como si se tratara de algo divertido: “la reina se estaba riendo”.
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