Hay tantas razones para reducir el consumo de energía en casa hoy en día que no solo debería ser una prioridad en cada hogar, sino también parte del estilo de vida de cada familia.
De hecho, hay formas muy efectivas de ahorrar dinero en las facturas de energía que contribuyen a un mejor estilo de vida porque tienen dobles beneficios: menos carga financiera y menos impacto ambiental.
Las siguientes cuatro formas de reducir el consumo de electricidad y ahorrar en la factura de la luz son algunas de las opciones más eficaces y rápidas que existen en la actualidad.
1. Aislamiento Térmico
Su mejor amigo a la hora de ahorrar dinero en la factura de la luz es un buen aislamiento térmico, ya que favorece la eficiencia energética en el hogar y reduce la cantidad de energía necesaria para climatizar los ambientes internos con sistemas de calefacción, aires acondicionados o ventiladores.
Hay que elegir los mejores materiales en función de la estructura de la casa y de las necesidades energéticas, para garantizar la eficiencia, la durabilidad y la instalación adecuada, este trabajo debe ser realizado por profesionales.
Con la instalación del material aislante más adecuado puede mejorar el confort del hogar a corto, medio y largo plazo, proporcionando un ahorro energético permanente del 50-70% tanto en invierno como en verano.
2. Sistemas alternativos de producción de energía
Lo que antes parecía una perspectiva lejana se ha convertido en una realidad. Hay muchos sistemas de producción de energía alternativa en el mercado para uso doméstico y, aunque algunos de ellos requieren ciertamente una gran inversión, ofrecen importantes beneficios a largo plazo, como el ahorro y la reducción del impacto ambiental.
Entre las alternativas más populares están los paneles solares térmicos, que complementan la calefacción y la refrigeración, y los paneles fotovoltaicos, que convierten la luz solar en electricidad y proporcionan una fuente de energía autosuficiente que no depende de la energía externa.
3. Uso óptimo de los radiadores
Más de la mitad de la energía consumida en un hogar se gasta en calefacción. Por lo tanto, es un factor relevante en términos de ahorro de energía. Por eso es crucial contar con un termostato de ambiente inteligente que esté conectado al contador de energía y optimice el funcionamiento de la caldera y el consumo energético de los radiadores sin tener que cambiar constantemente de programa.
Con un buen termostato, se puede programar la temperatura ideal en cada habitación en diferentes momentos del día. El termostato también permite tener en cuenta otros parámetros, como las condiciones meteorológicas y el estilo de vida.
La optimización del uso de radiadores con control termostático, combinada con un aislamiento eficaz, es una excelente estrategia para reducir el consumo de energía relacionado con la calefacción.
4. Hábitos cotidianos y uso inteligente de los electrodomésticos
Haciendo unos pocos cambios en sus hábitos de consumo de energía, puede reducir significativamente sus facturas, y no tiene que sacrificar el confort.
Medidas sencillas como apagar las luces cuando no se utilizan o desenchufar aparatos como cargadores, televisores, ordenadores y routers que consumen energía incluso cuando están apagados.
Prescindir de electrodomésticos y artefactos viejos, sustituyéndolos por otros modernos energéticamente más eficientes, cambiar las bombillas normales por bombillas LED de bajo consumo, mantener puertas y ventanas exteriores cerradas para conservar la climatización interna de la vivienda.
Implementando una o varias de estas estrategias sin duda alguna verás los cambios en tu próxima facturación.