En la historia del automovilismo, específicamente en los años 80, destacaron algunos de autos deportivos de gran renombre. Hoy vamos a hablarte del Mazda RX7, un japonés muy distintivo de la casa Mazda.
A finales de los años 70 Mazda debutó con el RX7, el cual se convertiría en su auto insignia para el modelo deportivo. Este sería literalmente un carro fuera de serie, ya que no tomó el mismo camino que sus competidores al innovar con un motor rotativo en lugar de un motor de pistón.
Motor del Mazda RX7 tipo Wankel
Dicho motor rotativo es conocido como tipo Wankel, un nombre heredado del apellido de su creador, el ingeniero alemán Felix Wankel.
Al ser un motor innovador, es inevitable compararlo con sus contendientes de tipo pistón. Algunos de sus Pros que podemos destacar son:
- Mayor fiabilidad
- Menor cantidad de piezas móviles
- Menor tamaño
- Menor peso
- Menos vibraciones
- Requiere menos refrigeración
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Este motor también tiene algunas contras:
- Mayor consumo de combustible
- Mayor contaminación
- Mayor costo de mantenimiento
La apuesta de Mazda por este tipo de motor comenzó en los años 60 sin mucho éxito con el modelo Cosmos y posteriormente fue extendiéndose su aplicación a otros más. Pero no fue sino hasta 1978 que alcanzaron la fama cuando lanzaron su última apuesta con motor Wankel en el RX7.
RX7: El auto deportivo con motor rotativo más vendido del mundo
Sin haberlo imaginado el RX7 con motor rotativo le permitió a la marca japonesa comenzar a triunfar en el automovilismo deportivo y la popularidad llegó para quedarse por más de dos décadas.
Fueron más de un millón de ejemplares vendidos desde su debut hasta su extinción en el año 2002.
En este período de tiempo la firma nipona desarrolló tres generaciones que conformaron el legado de este emblemático modelo deportivo, adaptándose en el tiempo sin perder su esencia: el motor rotativo tipo Wankel.
RX7 Primera generación
La primera generación del RX7 salió a la venta en Japón durante 1978 donde causó gran furor y comenzó a venderse muchísimo gracias a su inigualable personalidad de líneas rectas y faros escamoteables.
Por otra parte, debido a su bajo peso tenía grandes prestaciones en cuanto a la potencia. Esta generación alcanzaba los 100 km/h en solo 8,5 segundos.
RX7 Segunda generación
Llegó el relevo en 1985 con unas cuantas características destacables propia de esos tiempos.
Se dice que su rediseño se inspiró en el Porsche 944 de la época, un carro de apariencia más musculosa.
Adicionalmente agregaron una toma de aire en el capó y una luna trasera. En cuanto a su potencia el RX7 alcanzaba los 100 km/h en 6,0 segundos y tenía una velocidad máxima de 240 km/h.
RX7 Tercera generación
Su última generación llegó en 1992, un automóvil de alto rendimiento con la capacidad de alcanzar los 250 km/h de velocidad (limitada) y los 0 a 100 km/h en solo 5,3 segundos.
Debido a los rigurosos estándares de emisión de gases contaminantes, el auto dijo adiós definitivamente a su producción en el año 2002.