El rompimiento de un matrimonio suele ser un golpe emocional, pero con la ayuda indicada es posible superarlo.
El divorcio es una etapa muy dolorosa por la que ninguna familia querría pasar, ya que no solamente acaba el matrimonio, sino también termina los sueños y esperanzas depositados en la relación y la unidad del entorno familiar.
4 Recomendaciones para afrontar un divorcio
He aquí algunas medidas que le ayudarán a afrontar el difícil proceso que conduce al divorcio:
1. Pregúntate si realmente se ha hecho todo lo posible para evitar el divorcio.
Antes de poner fin a tu matrimonio definitivamente, cuestiónate con toda honestidad si has hecho todo lo posible para salvarlo. Lo último que quieres es mirar atrás y darte cuenta de que te has desaprovechado a todas las posibilidades.
Lo primero es tomarse un tiempo de reflexión. ¿Hay infidelidad en la pareja? ¿La vida en común es difícil o imposible? Tomar distancia de la situación y no tomar decisiones con enfado, es indispensable para evitar cargos de conciencia a futuro.
2. Busca asesoramiento legal y consejo psicológico
Incluso si las razones para iniciar el proceso de divorcio son difíciles y dolorosas, se debe buscar asesoramiento o terapia. Esta suele ser la mejor manera de aclarar las expectativas y establecer acuerdos, nuevos límites y retos para la pareja, aun cuando, la ruptura es inminente.
Aunque poner fin a un matrimonio es relativamente sencillo, no siempre es la decisión correcta, pero una vez que ambos han tomado esa decisión, lo mejor es buscar asesoramiento jurídico profesional.
En el caso de un divorcio amistoso, un abogado experto en divorcios puede asesorar sobre cómo finalizar el matrimonio de forma rápida y amistosa, quizás con un divorcio express sin intervención judicial, es decir, sin acudir a los tribunales. Esta herramienta legal permite un divorcio más rápido, económico y ágil si se cumplen ciertas condiciones.
3. Conversar sobre el proceso de divorcio con los hijos
Aunque las cosas vayan mal en el hogar, es un gran reto para los niños estar en medio durante el proceso de divorcio. Constantemente los padres ocultan o evitan el tema porque creen que provocará inquietudes y confusión en sus hijos. Esto es un gran error, ya que al notar la ausencia de uno de sus padres, suelen sentirse culpables.
Lo mejor es asegúrate de que entienden lo que sucede. Sobre todo, tienen que saber que no es su culpa y que nadie está disgustado con ellos. Buscar apoyo psicológico infantil es una sana alternativa para que los pequeños reciban la información de una manera y lenguaje apropiado. De cualquier forma es sumamente importante que se les disipen todas sus preocupaciones y responder con claridad todas sus preguntas.
4. Prepararse financieramente
Puede que aún no hayas pensado en el aspecto material, pero deberías empezar cuanto antes. Es fundamental buscar todo el asesoramiento profesional posible. Los abogados y los contables son esenciales para ayudarle a evitar situaciones inesperadas, lo debe gestionarse antes, durante y después del divorcio.
Puede que pienses que estos expertos no tienen nada que ver con el aspecto emocional, pero esto es un error. Su ayuda te facilita el trabajo y evita que te dejes llevar por las emociones en tus decisiones.
Deja que los expertos se encarguen de lo que puedan. Considérelo una inversión en su seguridad y comodidad.
Terminar una relación nunca es fácil. Pero cuando se trata de un matrimonio, el proceso es mucho más complicado. El proceso de divorcio es igual de complicado, tanto si se tienen hijos como si no. Por eso es valioso tener claros los pasos que proporcionan seguridad emocional y contar con la asesoría profesional adecuada es la clave.
Después de todo, el hecho de que el matrimonio haya fracasado no significa que tú o tu pareja sean malas personas. A veces, si dos personas se han herido mutuamente, lo mejor es que no permanezcan juntas.